Trabaja hasta el final.

En el tiempo que Jesús estuvo en la tierra, tener un “talento” significaba el trabajo de 20 años. En Mateo 25.14-30, vemos la parábola de los talentos, en este verso vemos cuánto les fue entregado a cada uno. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

Jesús les hablaba a sus discípulos ungidos, por parábolas, para que ellos supieran lo que Él esperaba de ellos. Quisiera que en este momento pensaras en ti, cuáles son lo talentos que El Padre ha colocado en tus manos… Piensa, tal vez eres un buen dibujante, músico, cantante etc. ¿La pregunta es… estás multiplicándolo?

El que tenía cinco, negoció y gano cinco más. El que tenía dos, ganó otros dos, pero el que tenía uno se llenó de pánico, temor y pensó si se me pierde tendré que pagarlo, entonces lo escondió donde nadie lo viera y pensó para sí: cuando venga mi amo se lo entrego!

Pero dice que dio el número de talentos según la capacidad de cada uno, ves? si tienes uno o varios, Él sabe que puedes hacerlo, no escondas lo que Él te ha dado, multiplícalo, enseña, discípula a los que tienes a tu alcance, para que veas en ellos la obra de Dios, porque llegará el tiempo que tengas que entregar cuentas de lo que has hecho con tu vida, con tus hijos, con tu ministerio.

Y recibirás lo que dice el verso, 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

¡Qué hermoso será! Pero si aun lo tienes enterrado, debes saber que le contestó al Siervo, en los versos, 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Qué impactante. Está por venir el cumplimiento de esta profecía, es una alerta para nosotros, pues debemos estar preparados, no sabemos ni el día ni la hora. Esfuérzate, trabaja duro, para ser el siervo que Él desea que seas. Debemos presentarnos como siervos aprobados delante de Él. No tenemos en nuestras manos cualquier cosa, tenemos tesoros, si trabajamos, así obtendremos una recompensa al final: la vida eterna.

¡No paremos de predicar su Palabra y de multiplicarnos haciendo más discípulos y ganando almas para Cristo.